El capital riesgo es una operación de inversión que permite a las empresas, especialmente a las nuevas, acceder a los recursos económicos necesarios para llevar a término una idea de negocio.
Características de la financiación:
A diferencia de la financiación bancaria tradicional, la financiación mediante capital riesgo permite una mayor flexibilidad a los operadores y menos limitaciones (por ejemplo, no hay intereses ni un plazo preciso para el reembolso).
Los inversores de capital riesgo apuestan por la idea de negocio, normalmente con un alto potencial remunerativo, con una participación en el capital y la gestión de la empresa durante un periodo de tiempo medio-largo, hasta que puedan proceder a la desinversión con una ganancia relativa o a la cotización en bolsa de la empresa.
Los inversores de capital riesgo, por tanto, participan activamente en la gestión de la empresa y también asumen el riesgo de un fracaso del proyecto y de una desinversión «0».
Existen diferentes fases de la vida empresarial en las que pueden insertarse los inversores de capital riesgo, desde las primeras etapas de concepción (financiación inicial) hasta las operaciones más complejas de reestructuración empresarial (financiación de sustitución).
Implementación de la financiación del capital riesgo.
Previamente a cualquier financiación de Capital Riesgo se identifica al individuo o empresa que está dispuesto a creer en el proyecto o está interesado en desarrollar el negocio.
Al mismo tiempo, se lleva a cabo la investigación y la identificación del inversor.
Debe elaborarse un buen plan de negocio analítico que incluya y detalle cada fase del proyecto con los centros de costes y los métodos de ejecución correspondientes.
El Plan de Empresa también debe detallar las características del producto/servicio y cómo se posiciona éste en el mercado.
Tras realizar los dos pasos básicos, con la ayuda de un abogado experto en negocios, será posible redactar una carta de intenciones y un acuerdo de confidencialidad para definir con precisión las intenciones de las partes y la confidencialidad de las negociaciones subyacentes.
A continuación, el inversor realizará su propia Due-diligence para verificar los distintos aspectos de la empresa y de la inversión desde el punto de vista contable, jurídico y comercial.
Una vez realizados todos los trámites mencionados, se firma el contrato de capital riesgo; este documento contiene todos los términos y condiciones del acuerdo de inversión.
La fase final de la operación está representada por la desinversión. Los inversores se deshacen de su inversión mediante una operación de colocación en el mercado, con la esperanza de generar un beneficio.
El capital riesgo es, por tanto, una operación con un enorme potencial y con pocos riesgos para quienes se benefician de ella.











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