Debido a la actividad empresarial en Dinamarca.
Dinamarca es uno de los Estados más modernos y equipados de la Unión Europea y el 3er país del mundo en la clasificación Doing Business del Banco Mundial para 2018.
A pesar de la crisis económica general de la eurozona, Dinamarca ha mantenido unos niveles económicos aceptables, resintiéndose en algunos sectores como la agricultura y reforzando otros como las finanzas y la tecnología.
El gobierno danés ha fomentado el crecimiento económico gracias a una serie de políticas centradas en la desgravación fiscal y el aumento del bienestar de los trabajadores, a pesar de que el país es uno de los más liberales de Europa, con una participación reducida del Estado en las actividades económicas.
Pros y contras.
Hacer negocios en Dinamarca tiene principalmente tres ventajas: la primera es la posición geográfica muy favorable para el comercio en el norte de Europa, la segunda es la presencia de infraestructuras muy avanzadas y la tercera es la presencia de mano de obra bilingüe muy especializada.
La flexibilidad del sistema laboral danés también se ve compensada por un nivel de bienestar muy elevado.
Sin duda, es difícil encontrar desventajas a la hora de realizar una actividad empresarial en Dinamarca, salvo en la elección de los sectores en los que invertir. De hecho, la industria agrícola es la que más ha sufrido la crisis económica de los últimos años, pero la misma se ha visto compensada por un crecimiento masivo en los sectores más puramente tecnológicos y financieros (Químico / Farmacéutico, Electrónica, Finanzas, Energía).
Qué herramientas utilizar para hacer negocios en Dinamarca.
Una empresa o una entidad extranjera que desee llevar a cabo una actividad empresarial en Dinamarca podrá optar por diferentes formas jurídicas, incluida la más conocida de sociedad de responsabilidad limitada o, alternativamente, por la forma más ágil de sucursal de empresa extranjera.
La constitución de una SRl danesa prevé el desembolso de un capital social de 50.000 coronas danesas o la aportación equivalente de bienes en especie, siempre que puedan apreciarse económicamente.
la empresa debe tener su domicilio social en el país y puede estar dirigida por uno o varios directores no daneses y residentes en el extranjero.
La fiscalidad de las empresas en Dinamarca es del 22% (impuesto a tanto alzado) y el mismo tipo se aplica a los cánones por el uso de marcas, patentes de diseño, etc. Las posibles exenciones están previstas en los acuerdos bilaterales pertinentes con otros Estados.
La imposición de los dividendos está normalmente exenta en presencia de ciertos requisitos que incluyen:
- Cumplimiento de la legislación danesa por parte de la empresa;
- La empresa extranjera posee al menos el 10% de la danesa;
- La distribución se basa en la directiva europea «madre-hija» o en un tratado bilateral específico.
Por tanto, podemos afirmar que, como la mayoría de los países escandinavos, Dinamarca sigue siendo un lugar cómodo para establecer su negocio, pero sobre todo para buscar un excelente estilo de vida.










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