¿Por qué invertir en los Países Bajos?
Invertir en los Países Bajos significa elegir uno de los países de la UE más propensos a la inversión internacional y a la internacionalización de las empresas, no sólo por su ventajoso sistema fiscal con un tipo impositivo del 21% para las empresas y del 16%, sino también por un complejo sistema de infraestructuras avanzadas.
Los Países Bajos son elegidos principalmente como sede de los holdings y las empresas de distribución y como centro internacional de reexportación de mercancías, gracias también a las plataformas de Rotterdam (por mar) y Schilpol (por aire). En esta última plataforma existe también una Zona Franca de tipo 2.
La estabilidad política, la pertenencia a la Unión Europea y la situación geográfica hacen que el país sea ideal para llevar a cabo actividades empresariales.
Holanda es ahora también el primer socio global para las inversiones en India. Cualquier persona que desee, desde Holanda, invertir en empresas indias no estará sujeta a impuestos en el momento de la venta de su participación, ni en India ni en Holanda.
El sistema holandés.
Los Países Bajos se adhieren al Código Aduanero de la Unión y a los principales tratados internacionales como el CETA.
El país se ajusta a las principales directivas europeas sobre etiquetado, documentos de transporte, facturación y certificaciones de origen. La legislación que protege a los consumidores, el mercado y la competencia también es estricta, siempre en línea con la comunitaria.
Invertir en los Países Bajos.
El Estado neerlandés presta gran atención a las inversiones, tanto si proceden del interior como si son extranjeras y si se trata de personas físicas o jurídicas.
Este último es necesario para abrir una empresa en los Países Bajos mediante la constitución de una sociedad de capital (BV o NV) y el registro en la cámara de comercio (Handelsregister).
El Ministerio y las autoridades locales ofrecen incentivos a las empresas que desean instalar su negocio en los Países Bajos, especialmente en determinadas zonas del país, otorgando concesiones para la compra de instalaciones y maquinaria, investigación y trabajo.
Las formas de empresa en los Países Bajos.
Para invertir en los Países Bajos, hay que utilizar uno de los formularios de empresa puestos a disposición por la Orden, lo vemos en detalle:
- La Empresa Individual, de
formación rápida, es la forma menos burocrática ideal para la muy pequeña empresa profesional y artesanal. Sólo requiere la inscripción en el registro de Sociedades y prevé una responsabilidad ilimitada del empresario. - La VF (Vennootschap
onder firma ) o Sociedad Colectiva debe estar formada por una pluralidad de accionistas que responderán ilimitadamente de las deudas de la sociedad. No se exige un capital social mínimo y cada accionista puede administrar la sociedad salvo pacto en contrario. - La CV (Commanditaire Vennootschap) o Sociedad en Comandita Simple, caracterizada por las dos categorías clásicas de socios comanditarios y socios limitados, es de responsabilidad limitada y de administración delegada. En ella no se exige el desembolso del capital mínimo y se requiere la forma escrita para la constitución.
- La NV (Naamloze Vennootschap) o Sociedad Anónima, la forma preferida de las grandes empresas, requiere la constitución por escritura pública. El Ministerio debe aprobar su estatuto de Justicia. El capital social mínimo debe ser de 45.000 euros en acciones nominativas o al portador. La Junta de Auditores es necesaria para las empresas con más de 100 empleados o más de 16 millones de capital o activos.
- La BV (Besloten Vennootschap) o sociedad de responsabilidad limitada puede constituirse con un capital mínimo de 1,00 euros, con accionista único o una pluralidad de accionistas divididos en acciones nominativas y no cotizables, ideal para pequeñas y medianas empresas en forma de sociedad de elección.
- Los Holding y las Fundaciones estas estructuras se crean normalmente para gestionar y controlar las actividades de un grupo y de holdings extranjeros. Los Holding, en particular, gracias a una serie de convenios internacionales, gozan de la exención de participación, es decir, en la prohibición de la doble imposición y del sistema societario de voto múltiple que permite un fácil control de las estructuras societarias y también, en presencia de condiciones particulares, explota la posibilidad de operar en una condición exenta de impuestos.
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